viernes, 23 de noviembre de 2018

Escudriñando en la ley de Dios


Escudriñad las Escrituras, porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna, y ellas son las que dan testimonio de mí”.

Juan 5:39 (RVR1995)

La sociedad actual moderna, que ha evolucionado tecnológicamente hasta límites nunca soñados, a medida que avanza y ve la cantidad de cosas que es capaz de realizar la mente humana va abandonando a Dios y deja de creer, cuestiona todas las leyes que Él ha transmitido a lo largo de los tiempos al hombre y las abandona. Jesús hablando de los últimos tiempos de la vida del hombre en este planeta Tierra dijo: «… ¿Y acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche? ¿Se tardará en responderles? Os digo que pronto les hará justicia. Pero cuando venga el Hijo del hombre, ¿hallará fe en la tierra?» (Lucas 18:7).

Al contrario que ocurre con la tecnología, la vida en nuestro planeta avanza hacia el caos, la destrucción y la corrupción, la injusticia, la mentira. La violencia crece hasta tal punto que casi estamos inmunizados y curados de espanto. Y ya estamos viviendo una falta de fe en Dios generalizada. Acatamos las leyes de los hombres pero rechazamos las leyes de Dios.

Hoy escuchaba en las noticias que en los últimos estudios sociológicos en España sobre la sexualidad cada vez los jóvenes se inician en el sexo a una edad más temprana y su conocimiento de este tema en la mayor parte de las ocasiones es a través de la pornografía y ninguna de estas conductas le beneficia en nada en su educación. Cito textualmente: “los jóvenes recurren por curiosidad y dudas al porno «e interiorizan unos valores muy distorsionados que desvirtúan el concepto de sexualidad que después desarrollarán»”.

Allá en los años setenta, ochenta y con la apertura a la libertad democrática aquí en España floreció un gran negocio y nadie lo veía mal todo lo contrario era un símbolo de libertad, había que dejar atrás los tiempos de la represión, de la censura de los valores de la religión católica. Y este fenómeno fue a nivel mundial, ahora vemos que esta conducta no ha sido la las apropiada sino que ha perjudicado grandemente a nuestra sociedad.

Cuando Dios pone las normas es por una razón con un motivo pues Él nos ha creado, nos conoce y nos ha dado un manual de instrucciones, el no respetar ese manual de instrucciones lleva al dolor, al sufrimiento, a la tristeza, al error, a que en nuestra sociedad prevalezca la injusticia, a la mentira, la corrupción, el egoísmo, la violencia, la pobreza, …

Como dice en su palabra: "La hierba se seca y se marchita la flor, mas la palabra del Dios nuestro permanece para siempre"(Isaías 40:8). Su palabra permanece para siempre y sus mandamientos también y están ahí puestos para bien y para salvaguardar nuestro visa en todos los niveles, a nivel físico, a nivel psíquico y a nivel sentimental dándonos el equilibrio exacto y preciso.

Todo lo que vemos a nuestro alrededor nosotros mismos hemos sido creados por Dios, y Él ha puesto ley a toda la naturaleza y esas permanecen para siempre.

Cuando construimos alguna cosa ponemos toda nuestra inteligencia y sabiduría en ello, buscando la perfección en su fabricación para que ésta sea útil a la sociedad y digna de ser alabada. Así es todo aquello que Dios ha creado: “y vio Dios que era bueno” (Génesis 1:31), nosotros somos los que hemos sembrado el caos al romper las normas básicas del cuidado, la conservación, la no sobrexplotación de los recursos, la manipulación, contaminando por no gestionar bien los residuos, etc… Y con el ser humano y nuestra vida personal ha sido lo mismo, vamos en contra de Dios, no cumplimos sus mandamientos y sufrimos las consecuencias.

Investiguemos en su ley y cumplamos sus mandamientos para que nuestra vida sea un éxito.

Os dejo aquí para la lectura y la meditación las palabras del rey David:

Salmos 19 Reina-Valera 1995 (RVR1995)
Las obras y la palabra de Dios


Al músico principal. Salmo de David
19 Los cielos cuentan la gloria de Dios
y el firmamento anuncia la obra de sus manos.
Un día emite palabra a otro día
y una noche a otra noche declara sabiduría.
No hay lenguaje ni palabras
ni es oída su voz.
Por toda la tierra salió su voz
y hasta el extremo del mundo sus palabras.
En ellos puso tabernáculo para el sol;
y éste, como esposo que sale de su alcoba,
se alegra cual gigante para correr el camino.
De un extremo de los cielos es su salida
y su curso hasta el término de ellos.
Nada hay que se esconda de su calor.
La ley de Jehová es perfecta:
convierte el alma;

el testimonio de Jehová es fiel:
hace sabio al sencillo.
Los mandamientos de Jehová son rectos:
alegran el corazón;
el precepto de Jehová es puro:
alumbra los ojos.

El temor de Jehová es limpio:
permanece para siempre;
los juicios de Jehová son verdad:
todos justos.
10 Deseables son más que el oro,
más que mucho oro refinado;
y dulces más que la miel,
la que destila del panal.
11 Tu siervo es, además, amonestado con ellos;
en guardarlos hay gran recompensa.
12 ¿Quién puede discernir sus propios errores?
Líbrame de los que me son ocultos.
13 Preserva también a tu siervo de las soberbias,
que no se enseñoreen de mí.
Entonces seré íntegro
y estaré libre de gran rebelión.
14 ¡Sean gratos los dichos de mi boca
y la meditación de mi corazón delante de ti,
Jehová, roca mía y redentor mío!

Reina-Valera 1995 (RVR1995)
Copyright © 1995 by United Bible Societies

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