“Escudriñad
las Escrituras, porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna,
y ellas son las que dan testimonio de mí”.
Juan 5:39 (RVR1995)
La sociedad actual moderna, que ha evolucionado tecnológicamente hasta
límites nunca soñados, a medida que avanza y ve la cantidad de cosas que es
capaz de realizar la mente humana va abandonando a Dios y deja de creer,
cuestiona todas las leyes que Él ha transmitido a lo largo de los tiempos al
hombre y las abandona. Jesús hablando de los últimos tiempos de la vida del
hombre en este planeta Tierra dijo: «… ¿Y acaso Dios no hará justicia a sus
escogidos, que claman a él día y noche? ¿Se tardará en responderles? Os digo
que pronto les hará justicia. Pero cuando venga el Hijo del hombre, ¿hallará fe
en la tierra?» (Lucas 18:7).
Al contrario que ocurre con la tecnología, la vida en nuestro planeta
avanza hacia el caos, la destrucción y la corrupción, la injusticia, la
mentira. La violencia crece hasta tal punto que casi estamos inmunizados y
curados de espanto. Y ya estamos viviendo una falta de fe en Dios generalizada.
Acatamos las leyes de los hombres pero rechazamos las leyes de Dios.
Hoy escuchaba en las noticias que en los últimos estudios sociológicos
en España sobre la sexualidad cada vez los jóvenes se inician en el sexo a una
edad más temprana y su conocimiento de este tema en la mayor parte de las
ocasiones es a través de la pornografía y ninguna de estas conductas le
beneficia en nada en su educación. Cito textualmente: “los jóvenes recurren por
curiosidad y dudas al porno «e interiorizan unos valores muy distorsionados que
desvirtúan el concepto de sexualidad que después desarrollarán»”.
Allá en los años setenta, ochenta y con la apertura a la libertad
democrática aquí en España floreció un gran negocio y nadie lo veía mal todo lo
contrario era un símbolo de libertad, había que dejar atrás los tiempos de la
represión, de la censura de los valores de la religión católica. Y este
fenómeno fue a nivel mundial, ahora vemos que esta conducta no ha sido la las
apropiada sino que ha perjudicado grandemente a nuestra sociedad.
Cuando Dios pone las normas es por una razón con un motivo pues Él nos
ha creado, nos conoce y nos ha dado un manual de instrucciones, el no respetar
ese manual de instrucciones lleva al dolor, al sufrimiento, a la tristeza, al
error, a que en nuestra sociedad prevalezca la injusticia, a la mentira, la
corrupción, el egoísmo, la violencia, la pobreza, …
Como dice en su palabra: "La
hierba se seca y se marchita la flor, mas la palabra del Dios nuestro permanece
para siempre"(Isaías 40:8). Su
palabra permanece para siempre y sus mandamientos también y están ahí puestos
para bien y para salvaguardar nuestro visa en todos los niveles, a nivel
físico, a nivel psíquico y a nivel sentimental dándonos el equilibrio exacto y
preciso.
Todo lo que vemos a nuestro alrededor nosotros mismos hemos sido creados
por Dios, y Él ha puesto ley a toda la naturaleza y esas permanecen para
siempre.
Cuando construimos alguna cosa ponemos toda nuestra inteligencia y
sabiduría en ello, buscando la perfección en su fabricación para que ésta sea
útil a la sociedad y digna de ser alabada. Así es todo aquello que Dios ha
creado: “y vio Dios que era bueno” (Génesis 1:31), nosotros somos los que hemos
sembrado el caos al romper las normas básicas del cuidado, la conservación, la no
sobrexplotación de los recursos, la manipulación, contaminando por no gestionar
bien los residuos, etc… Y con el ser humano y nuestra vida personal ha sido lo
mismo, vamos en contra de Dios, no cumplimos sus mandamientos y sufrimos las
consecuencias.
Investiguemos en su ley y cumplamos sus mandamientos para que nuestra
vida sea un éxito.
Os dejo aquí para la lectura y la meditación las palabras del rey David:
Salmos 19 Reina-Valera
1995 (RVR1995)
Las obras y la palabra de Dios
Al músico principal. Salmo de David
Al músico principal. Salmo de David
19 Los cielos cuentan la gloria de Dios
y el firmamento anuncia la obra de sus manos.
2 Un día emite palabra a otro día
y una noche a otra noche declara sabiduría.
3 No hay lenguaje ni palabras
ni es oída su voz.
4 Por toda la tierra salió su voz
y hasta el extremo del mundo sus palabras.
y el firmamento anuncia la obra de sus manos.
2 Un día emite palabra a otro día
y una noche a otra noche declara sabiduría.
3 No hay lenguaje ni palabras
ni es oída su voz.
4 Por toda la tierra salió su voz
y hasta el extremo del mundo sus palabras.
En ellos puso tabernáculo para el sol;
5 y éste, como esposo que sale de su alcoba,
se alegra cual gigante para correr el camino.
6 De un extremo de los cielos es su salida
y su curso hasta el término de ellos.
Nada hay que se esconda de su calor.
5 y éste, como esposo que sale de su alcoba,
se alegra cual gigante para correr el camino.
6 De un extremo de los cielos es su salida
y su curso hasta el término de ellos.
Nada hay que se esconda de su calor.
7 La ley de Jehová es perfecta:
convierte el alma;
el testimonio de Jehová es fiel:
hace sabio al sencillo.
8 Los mandamientos de Jehová son rectos:
alegran el corazón;
el precepto de Jehová es puro:
alumbra los ojos.
9 El temor de Jehová es limpio:
permanece para siempre;
los juicios de Jehová son verdad:
todos justos.
10 Deseables son más que el oro,
más que mucho oro refinado;
y dulces más que la miel,
la que destila del panal.
11 Tu siervo es, además, amonestado con ellos;
en guardarlos hay gran recompensa.
convierte el alma;
el testimonio de Jehová es fiel:
hace sabio al sencillo.
8 Los mandamientos de Jehová son rectos:
alegran el corazón;
el precepto de Jehová es puro:
alumbra los ojos.
9 El temor de Jehová es limpio:
permanece para siempre;
los juicios de Jehová son verdad:
todos justos.
10 Deseables son más que el oro,
más que mucho oro refinado;
y dulces más que la miel,
la que destila del panal.
11 Tu siervo es, además, amonestado con ellos;
en guardarlos hay gran recompensa.
12 ¿Quién puede discernir sus propios errores?
Líbrame de los que me son ocultos.
13 Preserva también a tu siervo de las soberbias,
que no se enseñoreen de mí.
Entonces seré íntegro
y estaré libre de gran rebelión.
Líbrame de los que me son ocultos.
13 Preserva también a tu siervo de las soberbias,
que no se enseñoreen de mí.
Entonces seré íntegro
y estaré libre de gran rebelión.
14 ¡Sean gratos los dichos de mi boca
y la meditación de mi corazón delante de ti,
Jehová, roca mía y redentor mío!
y la meditación de mi corazón delante de ti,
Jehová, roca mía y redentor mío!
Reina-Valera 1995 (RVR1995)
Copyright © 1995 by United Bible Societies
No hay comentarios:
Publicar un comentario